19.10.06

Mi gato de verdad no es de trapo


Mi gato de verdad se llama Kiko y ahora mismo, como casi todo el día y toda la noche, está durmiendo en su cesta. Hace 9 años, una madrugada que llegaba a casa desde la estación de tren, le vi en la calle. Me dio una pena tremenda verlo tan pequeñito y tan bonito todo solo entre los cohes. Le llamé y se acercó para olerme, a ver si tenía algo para comer claro, y después me siguió por la calle. Pensé que ya no le podía dejar allí a merced de los cohces y los niños tirapiedras del barrio. Le subí a casa y le dí un poquito de jamón jork que devoró al instante y después de usmear un poco por la casa buscó un rinconcito para hacer pis. Mi hermana me dijo que le bajase inmediatamente a la calle de nuevo, no porque se hubiera hecho pis, sino porque un gato en una casa... ya se sabe. Pero yo me emperré en que no, que el gatito, que yo pensaba en un principio que era gatita, se quedaba conmigo. Le lavé y descubrí que no era todo gris sino que tenía una bonita máscara blanca que le nacía entre los ojos y que se le alargaba hacia el cuello y la barriga. ¡Qué lindo mi gatito! Desde ese día ya no nos hemos separado y hemos pasado muchas cosas juntos... muchos viajes en coche de una ciudad a otra, muchas caras para aprenderse, muchas casas para hacerse el dueño... y ahora, además de una casa con terraza (en cuyos tiestos hece lo que quiere a pesar del apestoso repelente de animales), un papá y una mamá, tiene una especie hermanita humana que parece una lombriz porque se arrastra por el suelo pero que cada vez le da más miedo porque le persigue gateando y le tira de las orejas cuando él querría estar tan agusto en su cesta sin que le dijeran nada.

2 comentarios:

Laura dijo...

Que historia mas chuli. normalmente los gatos no siguen a nadie son muy desconfiados. Si me hubiese seguido a mi también me lo habría quedado, es muy guapo

Anónimo dijo...

ah claro, no lo vi antes, pero tienes razon, es una mezcla entre mi rosita y mi joda, esta precioso.....quizas kiko podria el tio de mis trillizos...pues aunque estos me los regalo una amiga, la abuela gata, llamada pluma, llego de la calle, como el abuelo y el padre, asi que quien sabe